“Que el folklore y la cultura sean realmente herramientas de paz, diálogo, solidaridad y entendimiento entre los pueblos”

Los componentes del Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca en el Kremlin, en el viaje realizado a Moscú. GRUPO FOLKLÓRICO ALTO ARAGÓN
En los últimos años el Grupo Folklórico Alto Aragón ha viajado a países de una zona geográfica que hoy está tristemente de actualidad.
En 2017 lo hicimos a la capital de Lituania, al festival Balkia, que tiene por finalidad reivindicar las señas de identidad de los países bálticos. Aurelius, uno de los guías, nos hablaba de los años de sometimiento durante la época soviética, de las ansias de libertad de los lituanos y de los recelos y desconfianza en la actualidad hacia los dirigentes de sus vecinos rusos.
Fue en 2019 cuando participamos en el “Festivalul Inimilor” de Timisora. El llamado “festival de los corazones” había surgido en 1989 para celebrar la vuelta a la libertad en Rumanía. Nuevamente la palabra libertad.
En 2015 estuvimos en el Eurofolk, en Polonia. Este Festival por la concordia y la cultura europea se celebraba en Zamosc y también actuamos en Tarnogrod, localidades a muy pocos kilómetros de la frontera ucraniana y con tristes recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.
Visitamos el campo de concentración de Majdanek, próximo a Lublin. Un silencio que se cortaba, el horror vivido parecía palparse, los rostros serios de los ciudadanos israelíes que también lo visitaban, el bajón anímico cuando regresamos al autobús… Sobrecogimiento, estupor, indignación y el deseo de nunca más.
Zamosc, Tarnogrod y Lublin estarán recibiendo refugiados por su proximidad a Ucrania. Nuevamente horror, huida, desplazamientos… La historia se repite.
Festival Golden Ring, en 2018, en la ciudad rusa de Suzdal y con actuaciones también en Vladimir y Yuriyev-Polsky. Repasando la documentación leemos que la finalidad del festival es, citamos textualmente, “promover la solidaridad, la convergencia, el diálogo cultural y el entendimiento entre los pueblos”. También el deseo de “mostrar a la comunidad internacional la actitud de bienvenida de los rusos y expandir la cooperación cultural internacional”.
En nuestra estancia en Moscú visitamos el Kremlin, allí está el edificio presidencial. ¡Qué decisiones tan terribles e injustas se han tomado estos días entre esos muros!
Por nuestra parte, que el folklore y la cultura sean realmente herramientas de paz, diálogo, solidaridad y entendimiento entre los pueblos.