El LSC lleva adelante proyectos de gran relevancia que están llamados a revolucionar el campo de la física en los próximos años
La consejera Maru Díaz en una reciente visita al Laboratorio Subterráneo de Canfranc. GOBIERNO DE ARAGÓN
El Gobierno de Aragón destinará 5,1 millones de euros en los próximos diez años al Laboratorio Subterráneo de Canfranc, una Infraestructura Científico-Técnica Singular que es referencia internacional en astrofísica, física de partículas elementales y física nuclear, geología o ciencia de los materiales y que investiga para lograr importantes avances en todas estas materias.
El Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento ha renovado y ampliado el convenio que mantiene con el Ministerio de Ciencia e Innovación y con la Universidad de Zaragoza –impulsores del consorcio para el equipamiento y la explotación del Laboratorio- y ha asegurado su financiación hasta el año 2031.
De aquí a entonces, el LSC, que es la segunda instalación subterránea más importante de Europa, recibirá un total de 16,1 millones. El Ejecutivo aportará algo más de medio millón anuales; el Estado hará lo propio a razón de un millón al año, mientras la Universidad seguirá manteniendo sus aportaciones en especie.
“Se dota así de estabilidad financiera a largo plazo a una instalación singular y que es toda una referencia internacional para que pueda seguir cumpliendo a la perfección sus fines científicos y tecnológicos”, ha asegurado la consejera de Ciencia, Maru Díaz.
Con este compromiso económico, se seguirá reforzando además la colaboración internacional con otros centros e instituciones de su ámbito y se garantizará que las instalaciones continúen al servicio de la comunidad científica para que investigadores de cualquier parte del mundo puedan llevar a cabo allí sus experimentaciones.
No en vano, tal y como ha recordado Díaz, la calidad y singularidad de sus instalaciones atrae a científicos de todo el mundo. Actualmente, unos 200 investigadores e ingenieros –una veintena de ellos de Aragón- trabajan directamente en experimentos y actividades del Laboratorio. No obstante, son más de 1.000 quienes hacen uso del LSC y de otros laboratorios subterráneos con los que el centro altoaragonés tiene acuerdos de colaboración.
En el LSC hay una variedad de servicios especializados en ultra-pureza radioactiva y se combinan actualmente investigaciones sobre la naturaleza de los neutrinos y detección de la materia oscura. El buque insignia del centro es el proyecto NEXT, un proyecto líder mundial, que estudia la naturaleza de los neutrinos buscando un tipo inusual de desintegración, que explicaría la asimetría entre la materia y la antimateria en el Universo.
En el marco de ese proyecto, el Laboratorio fue recientemente noticia por el descubrimiento de una nueva molécula fluorescente que acerca el origen del universo. El hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature y ha sido seleccionado por el Consorcio Europeo de Física de Astropartículas como uno de los tres proyectos europeos con mayor proyección.
En cuanto a las colaboraciones internacionales, la más puntera es la del proyecto Hyper- Kamiokade, liderado por la Universidad de Tokio y KEK, el principal laboratorio de física de partículas de Japón, que va a construir y explotar el mayor telescopio de neutrinos en el país nipón. El centro altoaragonés coordina la colaboración española con siete instituciones, que desarrollarán tecnología en inteligencia artificial, electrónica, reducción de radón y compensación geomagnética, entre otras.
Todo esto es posible gracias a la localización del Laboratorio. Está instalado bajo el monte Tobazo, a unos 850 metros de profundidad, lo que permite crear un entorno de bajo fondo radioactivo ideal y garantiza el aislamiento de los rayos cósmicos, condiciones indispensables para llevar a cabo experimentos acerca de la física de partículas y astropartículas.