Aunque históricamente Puente la Reina ha estado muy vinculada con la agricultura y la ganadería, desde los años 60 el sector turístico viene experimentando cierto auge en el municipio, hasta el punto de que se ha convertido en una parada familiar en el camino de los visitantes, a los que ofrece un amplio catálogo de servicios, entre los que figuran una gasolinera y una farmacia, además de la panadería o varios mesones.
De los 260 habitantes que hoy en día están censados en la localidad, buena parte de ellos depende de las paradas que a lo largo de todo el año realizan los conductores de coches y camiones, los moteros o los dueños de autocaravanas en su tránsito hacia el Pirineo, sobre todo desde Navarra y el País Vasco, así como en sus viajes de regreso hacia las comunidades del norte peninsular.
Un modo de vida que puede verse seriamente afectado por la decisión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de acometer unas obras complementarias en el tramo de la A-21 entre Puente la Reina y Santa Cilia, creando un enlace entre la N-240 y la autovía que puede animar a una parte del tráfico que llega desde Berdún y Jaca a dejar de emplear la travesía que cruza Puente la Reina.
