“No solo no les importa que sucedan todas estas cosas, sino que, además, nos obligan a que paguemos la urbanización del terreno, sin garantías del importe económico que esto conllevaría, pero, seguro que supone mucho más del valor del terreno, lo que ocasionaría la ruina de la familia”
Plano del polígono de Martillué que se recoge en la memoria elaborada por el Ayuntamiento de Jaca sobre las zonas de interés industrial en el municipio. AYUNTAMIENTO DE JACA
Comienzo este escrito indicando que me parece bien que el Ayuntamiento de Jaca trabaje por el desarrollo y el futuro del municipio, que intente diversificar su economía local y quiera traer industrias, pero no a costa de eliminar el modo de vida del que una familia lleva viviendo desde generaciones.
El consistorio cuenta desde hace más de una década con un terreno de 8 hectáreas en el núcleo de Martillué del cual puede disponer para ponerlo a disposición de posibles empresas interesadas. Pero, en este tiempo, no ha surgido ninguna empresa interesada en instalarse ni tampoco lo ha habido por parte de promotoras industriales para llevar a cabo la urbanización del mismo (realización de calles, alumbrado, etc.), ni a su vez el Ayuntamiento ha tomado la iniciativa de urbanizarlo él mismo. Otra muestra más del nulo interés por parte de las empresas en instalarse en esta zona, es que, colindante a este, hay otro terreno perteneciente al municipio de Sabiñanigo, en el núcleo de Pardinilla, urbano desde hace varios años, pero en el que tampoco se ha instalado ninguna empresa.
No obstante, el equipo de gobierno del Ayuntamiento ha decidido que, esas 8 hectáreas, que tiene en propiedad, no son suficientes y que quiere un terreno de mi propiedad para hacer un polígono más grande, sin haber realizado ningún plan estratégico previo de reindustrialización del municipio, y sabiendo, que no hay demanda por parte de ninguna empresa en instalarse allí, ni qué necesidades tendría esa posible demanda.
El terreno que se quiere para ampliar un posible polígono industrial, actualmente, está destinado a una explotación agrícola–ganadera familiar y, además de la nave ganadera familiar hay en él una nave común para uso de los vecinos del pueblo, así como dos edificios singulares de piedra de construcción tradicional.
Sin atender las diversas alegaciones que hemos presentado a este proyecto el Ayuntamiento, en cualquier momento, puede establecer una nueva clasificación del suelo y cambiar nuestros terrenos de rústico a suelo industrial.
No les importa que no se pueda cultivar esa finca, eliminar la ganadería de la misma, y la forma de vida de la familia que vive de ella. No les importa que nos quedemos sin los derechos de la PAC. No les importa que no tengamos opción de realizar la actividad en otra finca porque no tenemos otro terreno con los servicios de agua y luz como ésta.
No solo no les importa que sucedan todas estas cosas, sino que, además, nos obligan a que paguemos la urbanización del terreno, sin garantías del importe económico que esto conllevaría, pero, seguro que supone mucho más del valor del terreno, lo que ocasionaría la ruina de la familia.
Como muestra de diálogo, les hemos manifestado que, si realmente el Ayuntamiento quiere el terreno, lo compre para que lo desarrollen a su voluntad, sin tener nosotros que asumir los costes de urbanización, pero la solicitud no ha tenido respuesta, parece que solo les interesa obligarnos a nosotros a asumir todo el riesgo, lo que supondría nuestra ruina económica.
Para finalizar, quiero agradecer al resto de partidos políticos del Ayuntamiento de Jaca que han entendido nuestra posición, comprendiendo que es un abuso el obligarnos a asumir los gastos de urbanizar el terreno y el hecho de eliminar la posibilidad de que una familia pueda seguir viviendo de la agricultura y la ganadería, ya que ésta es una decisión que hipoteca nuestro futuro, la del campo y la del sector primario.