El Mitma valora la inversión en 2,94 millones de euros
Mapa que recoge el tramo donde está prevista la intervención. MITMA
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha aprobado el expediente de información pública y, definitivamente, el proyecto de trazado para la rehabilitación estructural del firme y la implantación de una vía ciclista en la carretera N-330 (puntos kilométricos 633,240 y 642,790), entre Jaca y Sabiñánigo. De esta forma, ya se puede continuar con la redacción del proyecto de construcción, informa el Mitma en un comunicado.
El presupuesto estimado de las obras asciende a 2,94 millones de euros, que podrían financiarse a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, en el ámbito de la línea de inversión directa en actuaciones para la mejora de la seguridad de usuarios vulnerables en la Red de Carreteras del Estado.
Este proyecto constituye una novedad en tanto en cuanto prevé la implantación de un carril bici en una carretera convencional interurbana, limitando la velocidad de circulación de vehículos a 50 Km/h y dotando al tramo de señalización horizontal y vertical adecuada para garantizar que las vías ciclistas tengan prioridad sobre el tráfico general que circula por la calzada en las intersecciones y accesos a la carretera.
“Este proyecto encaja así en las acciones contempladas en la Estrategia Estatal por la Bicicleta, aprobada el pasado mes de junio por el Gobierno”, se indica desde el Mitma, que recuerda que esta estrategia “pretende fomentar el uso de la bicicleta en todos sus ámbitos: como medio de transporte cotidiano, como actividad turística o como herramienta para el deporte y el ocio, siempre con el objetivo de avanzar hacia la movilidad sostenible y activa”. Para lograrlo, “uno de los aspectos fundamentales es posibilitar la circulación de bicicletas de forma segura mediante la construcción de infraestructuras como la que contempla este proyecto”, añade.
Características de la actuación
Las actuaciones previstas se sitúan en la N-330, carretera que quedó en desuso para la mayoría de la circulación, adquiriendo un carácter de vía de servicio, cuando se abrió el tramo de la autovía A-23 entre Jaca y Sabiñánigo.
En sus 9,5 kilómetros de trazado, el proyecto contempla la extensión de una nueva capa de rodadura en toda la calzada; la reducción del ancho del carril de la carretera a 3 m; la implantación de un carril bici coloreado y con pintura antideslizante, y la instalación de balizas flexibles y señalización vertical, entre otras actuaciones y obras complementarias.