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El proyecto de Cáritas es uno de los que reciben apoyo económico a través de las ayudas a la cooperación del Ayuntamiento

El equipo de la DDM en Nador. MARÍA JESÚS MARTÍN

En Nador (Marruecos), un equipo de hombres y mujeres trabaja a diario para mejorar las condiciones de vida de los migrantes subsaharianos que esperan en penosas condiciones una oportunidad para tener una vida mejor. Las mujeres y hombres de este equipo tienen diferentes nacionalidades: algunos son de Guinea Conakri o de Senegal, otros de Marruecos; hay algún catalán, una salmantina y una enfermera de Zaragoza. “En el equipo hay cristianos, musulmanes y suponemos que algún agnóstico o seguidor de otra creencia, pero eso importa poco. Si este equipo de mujeres y hombres trabajan juntos es porque, por encima de sus credos y sus procedencias, creen en los derechos humanos y en la necesidad de luchar para que todos, seamos de donde seamos, podamos disfrutarlos”, explica Cáritas Diocesana de Jaca, que organizó recientemente la exposición Encontrar para encontrarnos con el objetivo de dar a conocer el proyecto que desde hace años esta organización desarrolla en Nador.

En el primer semestre del 2021, según los cálculos del colectivo Caminando fronteras, 2.087 personas fallecieron o desaparecieron en el mar entre África y Europa. Es una cifra superior a la registrada en todo 2020. “Antes de echarse a la mar, los migrantes procedentes del África subsahariana se someten a un penoso y largo viaje que a veces dura años hasta llegar a Tánger o a Nador. Y allí, retenidos y atosigados por el programa europeo de externalización de fronteras, malviven con paciencia y esperanza”, relatan. El equipo de la Delegación Diocesana de Migraciones (DDM), con el apoyo del Área de Cooperación Internacional de Cáritas Española y financiado en parte desde hace unos años con la subvención de cooperación al desarrollo del Ayuntamiento de Jaca, realiza una imprescindible labor con estas personas. Se les proporciona acogida y cobertura de necesidades básicas, así como asistencia sanitaria. Las mujeres y los niños, los más vulnerables, reciben una especial atención. Numerosas mujeres llegan a Nador embarazadas (la concepción se produce muchas veces de forma no deseada durante el viaje) y es necesario ofrecerles un acompañamiento para asegurar que la gestación y el parto se desarrolle con unas mínimas condiciones de seguridad. Los niños necesitan cuidados y la posibilidad de ser escolarizados. En los espacios de acogida de los que dispone la DDM se propicia la formación profesional de los migrantes y, por ejemplo, la alfabetización en lengua francesa. Y el equipo proporciona también asistencia social en materias, por ejemplo, de intermediación con las autoridades administrativas, educativas y judiciales de Marruecos, así como la identificación de casos que requieran la intervención de organismos internacionales (ACNUR, Organización internacional para las migraciones, etc.).

Recordar que el 11 y 12 de noviembre visitaron las comarcas de la Jacetania y el Alto Gállego las cooperantes Beatriz Tavera (técnica de Cooperación Internacional de Cáritas Española), María Jesús Martín (técnica de proyectos de la DDM en Nador) y Rocío Jiménez (enfermera en Nador) para explicar este proyecto de solidaridad con el que colaboran los ciudadanos de Jaca.

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