Luchar contra el abandono de tierras y sus consecuencias, frenar la pérdida de superficie agraria útil, fomentar la biodiversidad, reducir el riesgo de incendios forestales, mantener y atraer población joven en el medio rural y diversificar la economía son algunos de los objetivos que conforman el estudio de viabilidad del Banco de Tierras de Jaca, que el lunes fue presentado en Abay coincidiendo con el comienzo de las V Jornadas de Desarrollo Rural que organiza el Ayuntamiento de Jaca.
El Banco de Tierras es una herramienta que ya está funcionando con éxito en otros territorios como El Bierzo y la Comunidad Valenciana, y que tiene como finalidad poner en contacto a propietarios de tierras con arrendatarios que estarían interesados en su cultivo, bien para continuar con la explotación existente o para adecuarla a nuevos productos y usos. También tiene como función recuperar tierras que actualmente no se cultivan para evitar su abandono y conseguir un mayor desarrollo socioeconómico de la zona.
En el caso del término municipal de Jaca, se trataría de “diversificar un poco la agricultura tradicional, que es cerealista, y aprovechar aquellos campos que ya no pueden emplearse para el cereal y destinarlos a otro tipo de cultivos”, según explicaron los ingenieros agrónomos Íñigo Orduna y Álvaro Barriendo, que han sido los encargados de realizar el estudio de viabilidad del Banco de Tierras de Jaca.
“Cada territorio es un mundo y tiene sus peculiaridades”, reconocen ambos técnicos, por lo que para poner en marcha una iniciativa de este tipo será necesario desarrollar un proyecto que busque “diferenciarse” de lo que se ha hecho hasta ahora, aprovechando los recursos existentes como la recuperación de los regadíos tradicionales para la horticultura y la fruticultura, manteniendo la biodiversidad local (antiguos viñedos, almendros, nogales…) y apostando por la innovación de cultivos, por poner algunos ejemplos.