El mundo al revés. SE
Quiero un mundo al revés, donde los políticos ayuden y hagan cosas positivas y eficaces para con sus ciudadanos y no sea solo de palabra, sino de obre y sin comisión.
Quiero un mundo donde la gente dimita y admita sus errores, que todos los tenemos, y no se dejen pasar las cosas por omisión o por devoción política.
Quiero un mundo de nuevas tecnologías, pero a la vez de más humanidad donde podamos hablar, opinar, discernir, contradecir, aportar ideas y no un mundo de marionetas que dirigen los de arriba y nos engañan como si fuéramos los tontos del pueblo y los incultos a los que no mirar no hacer caso.
Quiero un mundo sin tanta burocracia y sin tantas promesas, donde la palabra se desvaneces al ser palabra y lo escrito deja de ser fundamental y hasta revocable.
Quiero un mundo donde los bancos y sus directivos dejen ser a sus empleados competentes y amables con sus clientes y que los traten con paciencia, honestidad y solidaridad, no con cierre de cajas a tal o tal hora, con jubilaciones anticipadas o con el vuelva usted mañana o hable con su gestor que para eso está, amén de proporcionar a la gente mayor facilidades para entender lo que les llega de las entidades o lo que deben hacer o no hacer poniendo trabas en los horarios y en las gestiones.
Quiero un mundo solidario, ecológico y limpio donde podamos seguir viviendo y conviviendo, sin plásticos por doquier, sin basuras tras macrobotellones, sin millones de toneladas de envases en las aguas y sin mentiras a largo plazo sobre alguna agenda 2030.
Quiero un mundo donde las personas y los gobiernos luchen de verdad por evitar aberraciones como en Afganistán conflictos en África o pobreza en Asia, donde se pare la inmigración en pateras o cayucos por escapar de la muerte y de un sin futuro dotando a estos países de medios para poder resurgir y vivir.
Quiero un mundo donde no seamos tan egoístas y tan poco solidarios con la gente que necesita ayuda y la dejamos de lado aun viendo que la muerte está tras su espalda y nos solicita esa ayuda que nosotros querríamos para nuestras vidas.
Quiero un mundo donde nuestros jóvenes puedan comenzar a trabajar y cotizar a edades razonables, donde los pensionistas y jubilados tengan una pensión y una jubilación justa y acorde a lo que han luchado y trabajado para sacar el país adelante.
Quiero un mundo más justo, más honrado, sin diarias subidas de luz, de gas o de precios, sin aumento de colas del hambre y sobretodo si tanta diferencia entre ricos y pobres.
Quiero un mundo donde la educación y la sanidad sean fundamentales en nuestra ida, donde no haya recortes y cada día que pasa podamos vanagloriarnos de tener esa sanidad que algunos dicen es la mejor del mundo y esa educación que ya es hora de cogerla por los cuernos todos a una y darle el impulso e importancia definitiva que tiene para la sociedad futura.
Quiero, quiero, quiero. Quiero demasiadas cosas, lo sé. Quiero un mundo al revés.