Portada de Casos completos, diseñada por Saúl M. Irigaray (Garabato Estudio) para la editorial Contrabando. SAÚL M. IRIGARAY
Casos completos es el último libro de Francisco Ferrer Lerín. Ha sido editado por Contrabando, el mismo sello que en 2020 publicó Cuaderno de campo, una obra que recoge las mejores citas y reflexiones realizadas por el escritor desde su vuelta a la literatura, allá por el año 2000, hasta la actualidad. El libro fue presentado ayer en Huesca, en el Centro Cultural Benito Moliner (antiguo matadero), con la presencia del propio autor y del editor y profesor Antonio Viñuales Sánchez, que ha redactado el prólogo. A destacar el diseño de las cubiertas y las ilustraciones interiores de Casos completos, que han sido realizadas por el artista jacetano Saúl M. Irigaray, de Garabato Estudio.
En el prólogo, Antonio Viñuales presenta a Ferrer Lerín como “un consumado estudioso de las aves necrófagas que aplica el rigor científico y la precisión léxica de sus estudios ornitológicos a su literatura”, en un afán de mostrar “una imagen lo más fiel posible de nuestra condición humana”.
“A este modus operandi –indica Viñuales– ha añadido tres ingredientes de la imaginación ancestral que lo han posicionado como un maestro de la narrativa breve actual: el humor, la magia y el género del caso”.
Este nuevo libro recoge, precisamente, casi la totalidad de los casos “ferrerlerinescos” e incorpora, además, un estudio de su imaginación y una clasificación. “Mediante narraciones que borran los límites entre humanos y animales, literatura y ciencia, barbarie y cultura, crueldad y alegría, Ferrer Lerín nos propone asomarnos a los abismos de nuestra naturaleza desde una racionalidad totalmente abierta, integrada y animalmente humana”, relata el prologuista.
La obra de Francisco Ferrer Lerín se encuentra en un constante crecimiento, consecuencia de una persistente labor creativa, como queda patente en su blog El Boomeran (g), donde van apareciendo algunos de sus nuevos trabajos, material de libre lectura del que a menudo se nutren sus libros. Corrientes, Salutaciones, Sosias, Mi asesino y De secano son las últimas entradas publicadas, las dos primeras este mes de octubre y las otras tres, en septiembre.
De ellas, y con el beneplácito del autor, reproducimos Mi asesino, un relato inspirado en una historia jacetana.
Mi asesino
Ayer cené con mi asesino. Una de esas cenas pantagruélicas de finales de agosto que se montan como cierre de temporada. Yo no estaba advertido, pero algo me decía que allí, además de servir un marisco inaceptable, ocurrían otras cosas. Éramos unos veinte, y en esa mesa rectangular, gigantesca, me situaron en el centro, quizá por mi edad, quizá para que un mayor número de comensales se beneficiara de mis ocurrencias. Frente a mí quedaron una serie de individuos desconocidos, primos o hermanos de no sé qué veraneantes, que no cesaron de reír y gritar durante todo el ágape. Uno de ellos, al que llamaban Pitarra o Piparra, y me resisto a creer que nombre tan desgraciado fuera realmente el suyo, era el que parecía llevar la voz cantante. Pues bien, respecto a esa persona, alguien me comentó después, cuando salíamos del jardín, que era mi asesino, el tipo que en la primavera pasada se dedicó una noche, o una madrugada, a anunciar por ahí, telefoneando en horas intempestivas, que Ferrer Lerín había fallecido, que los medios llevaban la noticia. Estuve tentado de agarrar por la pechera al tal Pitarra / Piparra, mas no tenía claro si se trataba de uno o de dos energúmenos, es decir un energúmeno Pitarra y otro energúmeno Piparra, cuando ampliando la información me contaron que Miguel Lucas, un amigo mío de toda la vida, sufrió un desvanecimiento al recibir la llamada y que también a otras personas de mi confianza les impresionó grandemente la noticia… pero me contuve, pensé que lo mejor era tener paciencia, y esperar. Y así ha sido, la espera parece que ha sido provechosa. La tele informa que la gota fría se ha cobrado dos vidas, dos hombres, uno en la provincia de Lérida y otro en la provincia de Guipúzcoa, se han ahogado en situaciones similares; ambos cruzaban un barranco a lomos de una mula; ¿sería mucho pedir que al menos uno de ellos fuera Pitarra / Piparra?
Francisco Ferrer Lerín – 12 de septiembre de 2021