Mari Cruz Deogracias (Cielos de Ascara): “Con la agricultura ecológica intentamos beneficiar a las abejas y con las abejas a la agricultura”
Mesa sobre agricultura ecológica. CIELOS DE ASCARA
Jaca ha acogido la segunda sesión de las Jornadas de Agricultura Ecológica de Montaña, promovidas por el proyecto eco social Cielos de Ascara, Centro Especial de Empleo Gardeniers, de ATADES (Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual), en colaboración con el Ayuntamiento de Jaca y el patrocinio de la Fundación Caja Rural. El primer panel, moderado por el director del programa De Puertas al Campo, de Aragón Radio, y periodista en el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, Carlos Espatolero, ha versado sobre Agricultura ecológica: experiencias. En él, han intervenido Mª Cruz Deogracias, coordinadora de Cielos de Ascara; Carles Díaz, de Bolet Ben Fet; y Juan García, de la Red de Hortelanos del Sobrarbe.
Mª Cruz Deogracias ha explicado cuál es la presencia de ATADES, Gardeniers y Cielos de Ascara en Jaca y Ascara. En Jaca, la Asociación dispone de servicios de formación e inserción sociolaboral, “donde se cuenta con un equipo de psicólogos para atender las necesidades de los usuarios”, ha indicado. Respecto al proyecto ecosocial Cielos de Ascara ha señalado que “con la agricultura ecológica intentamos beneficiar a las abejas y con las abejas a la agricultura, cada vez hay que tender a juntar más, a que se beneficien mutuamente”. Respecto a los cultivos ha señalado que se realiza rotación y se trabaja en “la recuperación de especies como el centeno pirenaico y la realización de ensayos para recuperar las variedades autóctonas del boliche. También se trabaja con encinas micorrizadas para trufas y apicultura ecológica y de trashumancia, entre otros”.
Desde Bolet Ben Fet, Carles Díaz, ha contado la experiencia de la granja ecológica de setas del centro especial de trabajo de la cooperativa Teb Verd SCCL. El objetivo de la granja es “cultivar setas y hacerlas bien”. Ha comentado cómo comenzaron con la seta shiitake de calidad y “que come madera (80% madera y 20% producto ecológico) y cómo después continuaron con la producción del maitake, “una seta de castaño muy valorada que se cultiva en España”. Ambas son asiáticas. Sobre el futuro ha indicado que con una subvención recibida van a seguir investigando otras especies “para poderlas cultivar y producir semillas para probar su cultivo, pero en este caso no son asiáticas, son de nuestro terrero, de la zona de Cataluña”. Un proyecto que se desarrolla dentro del contexto del objetivo de Bolet Ben Fet, que es el de “crear una vida para personas que tienen dificultades; nosotros usamos cualquier vía para darles salida”, ha apuntado.
Juan García, de la Red de Hortelanos del Sobrarbe, ha explicado cómo detectaron que había “un problema con los bancos de semillas”, a los que no podían acceder fácilmente, por lo que decidieron crear sus propios bancos del Sobrarbe.
Actualmente, ha indicado que cuentan con “más de cien variedades” de su zona de actuación, de las cuáles, “principalmente son judías y tomates, concretamente, unas 40 variedades de judías y 16 de tomate”. Además, ha señalado que, desde la Red de Hortelanos del Sobrarbe, también les preocupa “la necesidad de recuperar frutas de montaña como son el manzano. Nos pusimos a trabajar en su recuperación y hemos recuperado unas 50 variedades”, ha precisado. En su intervención, ha insistido en la idea de la necesidad de recuperar porque “las semillas, aunque no se contempla, son patrimonio de la humanidad y tenemos que protegerlas”. También tienen en marcha varios proyectos tanto de recuperación como de oportunidades en el sector primario para jóvenes emprendedores.
Carlos Espatolero, como responsable de prensa del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, ha indicado que “hay que hacer pedagogía. Hay que enseñar a los futuros consumidores por qué se deberían comer [estos productos] y lo que suponen a nivel de salud, economía, despoblación… Desde el Comité tratamos de difundir la labor de todo el trabajo de las personas que se dedican a la comercialización, queremos contar las cosas claras y explicar por qué los productos ecológicos son diferentes, y todo lo que ello supone”.
La distribución alternativa también ha tenido un hueco en las jornadas. CIELOS DE ASCARA
Distribución alternativa
A continuación, ha sido el turno para la Distribución alternativa, mesa moderada por Mónica Ara, directora de Caja Rural de Aragón en Jaca. En ella han participado Jeremy Fosse, de Lupierra, y Adolfo Sesma, de A vecinal.
Jeremy Fosse ha destacado la importancia de la venta de productos de calidad. Lupierra es un grupo de consumo de productos ecológicos y de proximidad en la Jacetania. Compran directamente a los agricultores y ganaderos o bien a sus proveedores. Cuenta con socios “que tienen acceso directo a un supermercado pequeño. “Como socios de la asociación nos organizamos para trabajar con los productores de la zona y Huesca. Lo importante es conocer cómo se hacen los productos ecológicos y quién los hace. Llegamos a unas cien personas y familias. Un mercado de cercanía”, ha indicado Jeremy Fosse, que ha insistido que en Lupierra “las personas se juntan con una misma inquietud para tener acceso a productos de calidad, cercanía y temporada. Nos basamos mucho en la confianza”.
Por su parte, Adolfo Sesma ha explicado que “el abuso de productos químicos acaba siendo asumido por la naturaleza”. A vecinal es “un supermercado abierto a todo el mundo para hacer la compra completa. Una tienda con productos de calidad”. Adolfo ha contado como él, desde hace 25 años, forma parte de grupos de consumo y que la puesta en marcha de A vecinal se hizo en diciembre de 2018. “El objetivo era ofrecer a la ciudadanía un espacio donde poder hacer la compra completa con una serie de valores detrás”. Un supermercado cooperativo con más de 300 socios y que para adquirir productos no hace falta formar parte de la cooperativa. Además, con los productos que se ponen a la venta “potenciamos aquellos que sean sociales, aquellos que formen parte de cualquier tipo de proyecto con criterio social, por ejemplo, que hayan sido realizados por artesanos o tengan un fin social”.
Fundación Caja Rural de Aragón apoya proyectos de agricultura y ganadería ecológicas, así como el consumo responsable. “Es fundamental para nosotros, aportamos a la sociedad apoyando iniciativas para intentar afincar gente en el territorio e ir de la mano con organismo públicos. Mermamos una parte de la rentabilidad económica para aportar a la sociedad”, ha explicado Mónica Ara.
Mesa dedicada al turismo y la gastronomía. CIELOS DE ASCARA
Turismo y gastronomía sostenibles
La Jornada ha concluido con el panel sobre Turismo y gastronomía sostenibles, moderado por Irene Gracia, de Slow Food Huesca. En ella han intervenido Miguel Ángel Mainar, jefe del Área de Comunicación y Promoción Agroalimentaria de la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA), y Juan José Cerdán, de Bodega Cerrón Enoturismo.
Como profesional de la comunicación agroalimentaria, Miguel Ángel Mainar ha indicado que “existen numerosos debates en los que no se tiene nada claro el tema de la sostenibilidad, ecología y turismo sostenible, pero ya deberíamos estar, desde hace mucho tiempo, preparados para hacer el cambio”. En este sentido, ha aclarado que “cuando no sepas por dónde van las tendencias, fíjate en las grandes superficies. La promoción que hacen de las producciones locales ha crecido y si eso lo han hecho es porque es una tendencia social importante y consolidada a la que debemos hacer caso”. Además, ha indicado que parece que “ahora todo es sostenible, pero se debe certificar, lo que dará confianza en el consumidor. Se debe certificar con la certificadora”. “El turismo y la agricultura tienen mucho que hacer en cuanto a la sostenibilidad, deben aportar y liderar esa apuesta por la sostenibilidad y ecología”. A este respecto, ha indicado que también “hay que comunicar si hacemos que nuestro negocio sea sostenible”.
Desde Bodegas Cerrón Enoturismo de Fuente-Álamo (Albacete), Juan José Cerdán ha señalado que “hay que producir, elaborar y vender”. Pero, además, “hay que comunicar y hay que transmitir pasión con todo lo que se hace en el campo”. Desde muy joven trabajó en campos de viñedo, pero lo dejó. “No me gustaba, me fui a una fábrica, pero quería volver a mi pueblo”. Por ello creó un autoempleo con una mini quesería, si bien le obligaba a trabajar los 365 días del año. Pero reconoce que lo que verdaderamente le apasionaba era el mundo del vino porque “llevaba en el ADN el vino y el viñedo”. A partir de ahí puso en marcha nuevas experiencias donde “produce, elabora y vende” vino, además de queso. Su labor emprendedora le impulsó a poner en marcha acciones de enoturismo con catas y maridajes de vinos y quesos. Empresa que ha hecho que “pongas a tu pueblo en el mapa” y que ha conseguido que “nos visiten ingleses, daneses y canadienses para disfrutar de experiencias que proponemos a través del enoturismo”.
Por su parte, Irene Gracia, de Slow Food en Huesca, ha explicado que el movimiento al que representa es “internacional, se opone a la estandarización del gusto, defiende la agricultura y gastronomía local, así como las razas autóctonas, y abandera el producto de kilómetro 0”.