Para ver este sitio web deber tener activado JavaScript en tu navegador. Haz click aqui para ver como activar Javascript

Snake Eyes: El origen (Snake Eyes: G.I. Joe Origins, 2021)

Duración: 121 min. País: Estados Unidos. Dirección: Robert Schwentke. Guion: Evan Spiliotopoulos, Joe Shrapnel, Anna Waterhouse. Música: Martin Todsharow. Fotografía: Bojan Bazelli. Reparto: Henry Golding, Andrew Koji, Úrsula Corberó, Samara Weaving, Haruka Abe, Takehiro Hira, Iko Uwais, Steven Allerick, Peter Mensah, Simon Chin, Samuel Finzi, Shota Kakibata, Calum Dench, Paul Cheng, Eri Ishida, Nicholas Dohy. Productora: Di Bonaventura Pictures, Hasbro Studios, Metro-Goldwyn-Mayer, Paramount Pictures, Skydance Productions. Distribuidora: Paramount Pictures.

Película de acción basada en la conocida línea de juguetes G.I. Joe. Esta entrega previa o spin-off se centra en la historia de los orígenes de Snake Eyes, (Henry Golding), el ninja silencioso siempre vestido de negro y del que no se conoce el rostro, y cómo intenta convertirse en miembro del clan Arashikage. Junto a él, conoceremos otros personajes como la baronesa, y su archienemigo Storm Shadow.

Seguimos contemplando desde hace tiempo, que no existen límites en los intentos para que una franquicia continúe aportando beneficios. Cuando no se puede avanzar en las tramas, acaso por agotamiento de guiones y guionistas, se recurre a los orígenes como último recurso. Sin embargo, para contener en su título el nombre de un juguete, G.I. Joe, el producto ha resultado bastante mejor de lo que pudiera esperarse. Con unas buenas secuencias de acción, coreografías de peleas ninja bien ejecutadas, y unos planos adecuados y estudiados cuidadosamente. Evitando los que tanto molestan en muchas ocasiones, y de los que se abusa sin medida: Una cámara descontrolada, persiguiendo sin descanso a los actores. Aunque, hay que reconocerlo, y a pesar de que la planificación de escenas resulte bastante acertada, por su buen ritmo y adecuado montaje, la falta de una suficiente dosis agresividad, ingrediente importante y necesario en este tipo de narraciones, es un obstáculo para que el conjunto pueda considerarse creíble. Como siempre, esta categoría de películas adolece del mismo defecto: Un guion sin pies ni cabeza, demasiado predecible, en el que aparecen, por supuesto, los estereotipos clásicos, tan sobradamente conocidos y memorizados. Con todo, no podemos considerarlo un film desechable, si lo que deseamos es disfrutar de dos horas de entretenimiento y evasión, previamente avisados de que es cine palomitero, de blockbuster, sin mayores pretensiones. Un reparto que apenas llega al nivel medio, dado que frente este tipo de producciones arriesgadas, los consagrados o en pleno apogeo, no muestran ningún interés por participar en ellas. Técnicamente sin pegas, una fotografía de calidad, y una dirección que demuestra la innegable profesionalidad de Robert Schwentke en el desarrollo de su profesión.

Llegará el otoño, y la cartelera. como siempre, nos deparará ese cine que siempre anhelamos, más profundo y sustancioso, alejado, esperemos, de comerciales tentaciones.

Nadie
Damsel
Girlboss
No hay comentarios todavía

Los comentarios están cerrados