Julián Ruiz manifestó su rechazo a la Ley de eutanasia en España en el día de su entrada en vigor
El obispo, Julián Ruiz, mostrando la reliquia en el atrio principal de la catedral, acompañado de los romeros. EL PIRINEO ARAGONÉS
La pandemia ha marcado por segundo año consecutivo los actos en honor a santa Orosia. En una jornada soleada y no demasiado calurosa, ideal para haber disfrutado de la fiesta en la calle, las celebraciones han tenido lugar en el interior de la catedral, siguiendo el hilo conductor del año pasado y las normas marcadas por las autoridades sanitarias en cuanto a aforo y distanciamiento interpersonal.
La principal novedad respecto a los festejos de 2020 ha sido la bendición que ha realizado el obispo de la diócesis, Julián Ruiz, a toda la ciudad, mostrando la reliquia en el atrio principal de la catedral, acompañado de los romeros. Ha sido un acto sin precedentes, al menos en la edad moderna, que ha sido seguido por numerosas personas que no han querido perderse el momento desde el exterior de verja.
La misa solemne de las doce, presidida por el obispo, ha contado con una pequeña representación de todos los colectivos que participan habitualmente en la procesión de santa Orosia: romeros, cruceros y danzantes, además de las autoridades locales, encabezadas por el alcalde, Juan Manuel Ramón, que junto al deán de la Catedral, Valentín Garcés, han sido los encargados de abrir la urna situada en un pequeña peana, en el centro del presbiterio. Se ha completado el aforo permitido y, como el año anterior, los asistentes han podido ver de cerca la reliquia y la exhibición de los mantos, que han mostrado Miguel Domec y Fernando Jordán. Al final del acto, se ha podido escuchar, al igual que en la jornada anterior, la música de salterio.
Rechazo del obispo a la Ley de eutanasia en el día de su entrada en vigor
El obispo, en su homilía, destacó tres momentos de la vida de santa Orosia: “el triunfo de la fe, el testimonio de la esperanza y la victoria del amor sobre la muerte”, recordando que Santa Orosia “es luz de esperanza en medio de nuestra fragilidad y vulnerabilidad”, refiriéndose así a la actual situación provocada por la pandemia.
El prelado, al aludir a la Patrona y a su martirio como ejemplo de vida, del “triunfo de la vida sobre la muerte”, quiso manifestar su rechazo, y el de la Iglesia, a la Ley de la eutanasia que ha entrado en vigor en España coincidiendo con este 25 de junio. “Santa Orosia nos enseña a defender la vida desde su inicio hasta su ocaso natural, nos exhorta a defender la vida en todas las circunstancias”, dijo, recordando a los sanitarios su condición de “defensores de la vida” en todas sus fases, “y de forma especial con los más frágiles”.
Ruiz aseguró que “cuando la enfermedad se vuelve crónica, siempre existen posibilidades de cuidar y atender, aunque sean remotas las capacidades de curación. Aunque las personas sean incurables, siempre seguirán siendo objeto de cuidado y atención”, reiteró.
“Santa Orosia nos previene contra la cultura de la muerte, especialmente cuando se trata de una equivocada ayuda activa a morir. Siempre existe una alternativa que se apoya en la atención generosa, el acompañamiento fraterno y los cuidados paliativos”, señaló, para añadir que, en el ser humano, “no existen deseos de morir, sino de no sufrir, y ese sufrimiento puede ser aliviado, reducido, asistido en los momentos de enfermedad grave y de proximidad de la muerte, en la que la creatividad del amor genera respuestas válidas en el ámbito sanitario, en el ámbito familiar, en el ámbito social”.
El obispo concluyó su defensa contra la Ley de eutanasia, asegurando que “una sociedad que no logra aceptar a los que sufren, que no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado, también interiormente es una sociedad cruel e inhumana”.