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Al proyecto le queda un año y medio de trabajo, “siendo un referente en cuanto a las expectativas”, por lo que se espera darle continuidad más allá de 2022, pero “aún es pronto para saberlo”.

El equipo de OPTIBOVIS analizando los datos del proyecto. OPTIBOVIS

El proyecto OPTIBOVIS es fruto de la cooperación entre el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), al que está adscrita la finca de La Garcipollera; la Comarca de la Jacetania y las dos Asociaciones de Defensa Sanitaria (ADS) de ganado vacuno de la comarca, Bisaurín y Viejo Aragón, que tienen un censo cercano a las 5.000 vacas nodrizas, representando más del 10% de la cabaña aragonesa.

La iniciativa se desarrolla entre 2019 y 2022, con una subvención de 118.500 euros que procede del Programa de Desarrollo Rural (PDR) para Aragón 2014-2020, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Gobierno de Aragón en un 80% y un 20%, respectivamente.

Como coordinadores del PDR, Javier Ferrer (responsable técnico de la finca La Garcipollera) e Isabel Casasús (investigadora del CITA), dieron a conocer el proyecto OPTIBOVIS y sus progresos en el sector de las vacas nodrizas durante la segunda jornada técnica de Expoforga, que se celebró el día 27 de mayo en la sede comarcal de Puente la Reina de Jaca.

Los resultados presentados arrojan conclusiones positivas, en base a los datos obtenidos en 2020 en las 10 explotaciones ‘de control’. “Son datos muy esperanzadores, dado que hemos superado un 11% más de productividad con respecto a la media de los 10 años anteriores y aún hay margen de mejora”, explican los coordinadores.

De inicio, “se propuso un plan de trabajo sobre las ‘explotaciones de control’, donde había que asentar tres pilares fundamentales para sostener una productividad deseable, respetando el manejo habitual del ganadero en condiciones extensivas”. Estos pilares estaban ligados a la sanidad animal, al manejo alimenticio y al manejo reproductivo, “tratando de coordinar y recomendar un plan adecuado a la idiosincrasia de cada explotación, de manera que estos elementos estuvieran lo suficientemente engranados para alcanzar los objetivos”.

Con respecto a los tres puntos básicos citados, los investigadores llevaron a cabo diversos controles. En lo relativo a la sanidad animal, “se elaboró un plan de vacunaciones, analíticas y recomendaciones higiénicas que permitieran minimizar la mortalidad de terneros y controlar enfermedades ligadas a factores reproductivos”.

En cuanto al manejo alimenticio, “se establecieron controles y analíticas de los alimentos que comen las vacas en establo durante la invernada y se tomaron datos de peso y condición corporal para conocer el estado de reservas grasas en sus distintos momentos fisiológicos, garantizando un buen estado corporal en el parto, factor fundamental para el futuro reproductivo”.

A nivel del manejo reproductivo, “se propuso un control exhaustivo de enfermedades infecto-contagiosas ligadas a la reproducción y se analizó la cantidad seminal de los toros (el 50% de la eficiencia reproductiva pasa por saber si los toros son aptos)”. Además, “se planteó un programa de inseminación artificial para mejorar la calidad genética y reducir problemas en los partos con novillas y se realizaron más de 2.000 controles de gestación con ecógrafo para evaluar el estado de preñez de las vacas y recomendar un manejo alimenticio, en función de su estado fisiológico”.

“Los tres factores están íntimamente ligados y deben estar bien engranados”, según los investigadores, que estudiaron los datos de 10 años de todas las explotaciones de la Jacetania, “observando mucha variabilidad en explotaciones con muy buena fertilidad y una alta mortalidad neonatal, lo que redunda en una mala eficiencia”.

Todos los registros se procesaron gracias a ISAGRI, una APP que emplean los ganaderos para el control de su explotación, añadiendo información relevante para mejorar su eficiencia, y gracias a un programa informático conectado a los ganaderos, también de ISAGRI, que usan los técnicos. “Éste fue el elemento más innovador y necesario para llevar a cabo el proyecto”.

“No solo los ganaderos que están en ‘control’ se ven beneficiados, ya que muchos otros quieren seguir y están siguiendo el mismo patrón”. “OPTIBOVIS es para todos los ganaderos, pero ya no solo de estas ADS, sino de otras zonas”, apuntan los investigadores, agregando que estas jornadas “son esenciales para difundir lo que hacemos”. Ya ha habido contactos de ADS de otras comarcas e incluso de Cataluña y País Vasco “por el gran interés que suscita”.

Al proyecto le queda un año y medio de trabajo, “siendo un referente en cuanto a las expectativas”, por lo que se espera darle continuidad más allá de 2022, pero “aún es pronto para saberlo”. El grupo de cooperación arrancó en junio de 2019 y “cuando llegó la pandemia, se siguió trabajando con la misma intensidad gracias al compromiso y eficacia de los veterinarios de las dos ADS y los ganaderos”.

“Siendo un sector esencial, el trabajo prosiguió, si bien es cierto que las reuniones de coordinación se tuvieron que realizar de manera telemática, lo que es más incómodo”, indican los investigadores, concluyendo que “la pandemia no ha frenado el trabajo de OPTIBOVIS, un proyecto esencial para un sector esencial”.

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