De los cientos de dibujos que realizó durante años, esta exposición muestra 44 trabajos de tinta china sobre papel fechados desde el año 1967
Julio Gavín tomando notas para uno de sus dibujos. AMIGOS DE SERRABLO
La asociación de Amigos de Serrablo da inicio este viernes a los actos conmemorativos de su 50.º aniversario con la inauguración de una exposición de dibujos de Julio Gavín en el museo que lleva su nombre. “Consideramos que como dibujante, creador del mismo e impulsor incansable de Amigos de Serrablo es de justicia hacerlo”, explican los responsables de la asociación. Fuegos, que es el título de la exposición, se inaugura en el Museo de Dibujo Julio Gavín-Castillo de Larrés, a las 19.00 horas.
Julio Gavín nació en Asturias en 1927, pero residió en Sabiñánigo desde la edad de un año. Trabajó como delineante proyectista en la empresa Aragonesas de la capital serrablesa hasta su jubilación en 1987. Fue fundador de la asociación Amigos de Serrablo en 1971, vicepresidente hasta 1975 y presidente desde ese año hasta su fallecimiento. Director y creador del Museo de Dibujo Castillo de Larrés, y creador del Museo de Artes Populares de Serrablo.
Empezó de niño dibujando en el colegio, copiaba todo lo que salía en las revistas, hasta que cayó en sus manos un libro de ilustradores ingleses del siglo XVIII de paisajes y arquitectura que marcaría su manera de realizar el dibujo descriptivo.
De los cientos de dibujos que realizó durante años, esta exposición muestra 44 trabajos de tinta china sobre papel fechados desde el año 1967. Son dibujos de hogares, chimeneas y otros elementos relacionados con el fuego.
“Recuerdo cuando en tiempo de vacaciones o en días festivos visitaba a mis abuelos en su casa de Pardinilla, la ilusión con la que escuchaba los cuentos, historias y leyendas que la gente de la redolada me contaba sentados en la cadiera junto al hogar”.
Así explicaba Julio Gavín en el libro El Pirineo abandonado de Enrique Satué lo importante que es el fuego dentro de la casa tradicional altoaragonesa, el eje que conforman la chimenea y el hogar es el lugar donde se vertebraba la casa, ahí estaba el alimento, el calor, las largas veladas, en definitiva, la vida.
