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25 AÑOS

Mayo 1996

Visita al interior de las cuevas hace 25 años. EL PIRINEO ARAGONÉS

Después de permanecer casi una década cerrada al gran público, la cueva vieja de las Güixas (brujas) de Villanúa exhibe sus entrañas. La cooperativa Sargantana es la encargada de su gestión y propone una visita didáctica de hora y media que va desentrañando algunos de los secretos de esta caverna.

El Ayuntamiento de Villanúa quiere así recuperar un atractivo turístico que ya se explotó en 1926, pero que se frustró en la guerra civil, tardándose décadas en poder ser redescubierto.

“Entrar en una cavidad como esta es transportarse a otra época n la que el concepto de tiempo es diferente al que conocemos y tenemos asumido. Los procesos de formación son muy lentos y milenarios, y cualquier intervención que hagamos puede afectar sobremanera a la cueva, porque es un ecosistema muy delicado”. Con esta introducción comienzan su explicación Patricia Sureda y Beatriz Gil, las dos educadoras de la cooperativa Sargantana que se encargan de mostrar las cuevas.

Las grutas tienen una longitud que algunas topografías establecen en 1.120 metros, de los que solo unos 400 son de momento accesibles al público, ya que todavía falta una tercera fase de acondicionamiento que permita adentrarse en las últimas salas. El área visitable es la cámara superior que conecta con el exterior, ya que la interna es activa y solo es apta para los especialistas del espeleobuceo.

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