Se cumplen 20 años del asesinato de Manuel Giménez Abad

La «silla vacía» que se erige en el paseo Manuel Giménez Abad de Jaca.
“Érase una vez un hombre bueno…”. Así titulaba El Pirineo Aragonés el editorial, publicado en la edición de 11 de mayo de 2001 (número 6.062), dedicado a Manuel Gímenez Abad, asesinado por ETA el 6 de mayo de aquel año en Zaragoza, después de participar en la fiesta del Primer Viernes de Mayo. Fue a las 18.30 horas, a la altura del número 9 de la calle Cortes de Aragón.
“Nada ya será igual. La inútil muerte de Manuel Giménez Abad se ha clavado en las conciencias y ha destruido de golpe todo el sistema de valores que alimenta nuestra condición de seres civilizados. Si la honestidad, la templanza, la ecuanimidad, el equilibrio, el diálogo y la sencillez humana son aniquilados por las pistolas y la sinrazón, ¿qué nos queda?”, se decía en aquel artículo que finalizaba aludiendo a la muerte “irreparable” de Giménez Abad. “Con su asesinato se nos ha hurtado a un vecino ejemplar y afable, y también a un hombre inteligente y en plenitud, que tenía mucho que ofrecer y aportar a la sociedad y a la tan denostada vida política. Un mirlo blanco de la vida pública”.

La figura y el legado de Manuel Giménez Abad siguen en plenitud dos décadas después de su muerte. En la jornada de ayer, tuvo lugar en Zaragoza un homenaje al que asistió la familia del senador y presidente del PP de Aragón en aquel momento. En el lugar donde fue asesinado, se colocó una placa, que fue descubierta por sus hijos Manuel y Borja.
La placa simboliza las “cicatrices” que la lucha por la consolidación de la democracia ha dejado en Zaragoza, según señaló Manuel Giménez Larraz, hijo del político asesinado.
“El sistema democrático no ha surgido de la nada. Ha surgido del sacrificio de cientos de ciudadanos que han dejado su vida para garantizar nuestros derechos y nuestras libertades”, manifestó Giménez Larraz, quien mandó el mensaje a las nuevas generaciones de que “hay que cuidar” la democracia.
Giménez Larraz recordó que su padre fue “tremendamente feliz” en Zaragoza, donde disfrutaba de pasear camino a la Romareda, como cuando recibió tres balazos de la banda terrorista, en compañía de su hijo Borja.
Indicar que esta tarde, se celebrará el Homenaje a la palabra, el acto que todos los años tiene lugar en la sede de las Cortes de Aragón, organizado por la Fundación Manuel Giménez Abad.
Placa colocada en el monolito sobre el que se erige la «silla vacía» en recuerdo de Giménez Abad.
Recuerdo del PP de Jaca
El Partido Popular de Jaca ha querido mantener vivo el recuerdo al político asesinado y “honrarle en la ciudad que tanto amaba”. Los populares señalan que uno de los paseos más bonitos de Jaca, que discurre en paralelo al glacis de la ciudadela, lleva el nombre de Giménez Abad y da cobijo a la “silla vacía”, un símbolo que se erigió en su memoria y que “perdurará para siempre”.
“El paso de los años no nos hará olvidar la cobardía y la tremenda injusticia que supuso la sinrazón de unos asesinos terroristas ante el ejemplo de un hombre bueno, defensor de la libertad y de los derechos de las personas”, indican los populares, para quienes el político jacetano “siempre será un modelo a seguir como lo está siendo para sus hijos Manuel y Borja, espejo en el que mirar cuando paseamos por la ciudadela y nos paramos a contemplar el monumento en su recuerdo con la Peña Oroel de fondo como testigo mudo e inquebrantable al paso de los años”.