El domingo se produjo en el Oroel uno de esos milagros que raramente pueden verse en directo en un campo de fútbol, sea de la categoría que sea: un gol olímpico. El tanto directo desde el saque de esquina fue anotado por un canterano de edad juvenil, Grabiel Ponce Betrán, Grabi, el número 8 del CF Jacetano, que, desde su debut con el primer equipo, en la pasada temporada, ya ha sumado 6 goles en su cuenta particular. El conseguido ante el Binéfar At., el primero de la actual campaña, sirvió para empezar a remontar un partido que se estaba poniendo cuesta arriba y en el que, además, estaba en juego el liderato del Grupo 2 de la Primera Regional.
De las personas consultadas, entre las que figuran algunos de los socios veteranos y más asiduos al Oroel, nadie recuerda haber visto un gol olímpico desde que se inauguró este campo de fútbol. Que no se recuerde no quiere decir que no se haya producido, pero prácticamente todos coinciden en que no, que posiblemente sea el primero. Sí que hay constancia de un gol directo de córner en el antiguo campo de La Victoria, en los años 70, antes de inaugurarse el Oroel, conseguido por un jugador de Sabiñánigo que se apellidaba Lacasta, pero poco más.