La estación de Astún, la única que estuvo abierta este invierno, concluyó el pasado domingo una temporada de esquí que califican como “malísima”, al haber recibido solo al 33% de sus esquiadores de la campaña anterior, como consecuencia de la pandemia, que limitó la actividad al público oscense, al que se pudo sumar el cliente zaragozano en las últimas semanas.
“Sabíamos que era una temporada difícil, que los números no salían y que íbamos a tener que trabajar mucho para perder”, dijo el subdirector general de Astún, Andrés Pita, agradecido “con los aragoneses que nos han visitado” y que suelen representar el 20% de la clientela.