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Este territorio lo reúne todo, sus gentes, sus tradiciones, sus paisajes, su modo de vivir, sus recursos. El cambio de mentalidad para desarrollarse, innovar y crecer sería el objetivo a alcanzar. Una vez convencidos de que el cambio es posible, busquemos los medios para llevarlo a efecto.

Panorámica aérea de Collarada. SE

Leemos estos días en los medios de comunicación y redes sociales la situación tan dramática que se está viviendo en el Pirineo aragonés en los últimos meses por culpa de la pandemia del covid-19. La no apertura de las estaciones de esquí este invierno ha dejado sin trabajo a cientos de personas y familias que han visto trastocada su forma de vida de la noche a la mañana.

Los vecinos de las diferentes localidades se reúnen casi cada semana para alzar su voz y exigir ayudas directas a los responsables políticos para poder afrontar el día a día y así seguir manteniendo sus hogares.

Los responsables políticos han acudido al rescate de dichas familias con medidas, tales como exenciones fiscales y ofertas de empleo para paliar en parte estos efectos tan devastadores.

Pero estas medidas paliativas pueden contener la situación un breve periodo de tiempo. Igual que rellenar un bache y poner un parche de asfalto soluciona momentáneamente el tránsito de vehículos por una carretera, la seguridad vial exige la mejora de la plataforma y el asfaltado homogéneo del firme, con colocación de protecciones laterales y correcta señalización. De esta forma la carretera soportará cambios climáticos y densidad de tráfico sin problemas a largo plazo.

Nuestra comarca se enfrenta en estos momentos al parcheado provisional, pero habría que pensar en ese cambio para la mejora del firme a largo plazo.

La Jacetania ha sido desde tiempos ancestrales una vía de comunicación y punto de encuentro de diferentes culturas. El macizo pirenaico nunca ha sido considerado como una barrera, sino como un puente de enlace que ha mirado siempre hacia Europa.

Existen en nuestro territorio los recursos necesarios para implantar un nuevo modelo de desarrollo basado en un conjunto de sectores complementarios. Además de los ya existentes como el turístico, que cuenta con un elevado grado de profesionalización y con una experiencia dilatada, y el agrícola-ganadero, que ha sido la forma de vida de nuestros valles desde el origen, se podría pensar en nuevos sectores basados en la innovación que ayudarían a mantener la población y dar vida a nuestros pueblos durante todo el año.

La comarca de la Jacetania podría dirigir su desarrollo hacia empresas que, gracias al teletrabajo, se podríanimplantar en un entorno tan favorable por sumaravillosos espacios naturales. Sus infraestructuras quedarían integradas tanto en soluciones arquitectónicas tradicionales como de vanguardia.

Estas empresas podrían abarcar áreas como: biotecnología y farmacia, inversión y gestión de activos, software empresarial y soluciones de red, logística y almacenamiento (transportes por carretera y ferrocarril), servicios y estudios de arquitectura e ingeniería, asesoría financiera,

La producción industrial podría estar enfocada a la fabricación de productos de atención médica y sanitaria, de productos eléctricos y electrónicos y de material deportivo.

En el ámbito de la formación se podría crecer a través de la sede de la Universidad de Zaragoza en Jaca, la investigación en el CSIC y la formación en la gestión de riesgos y seguridad en montaña.

Así mismo se dan todos los factores para seguir avanzando en el campo de la asistencia social para la tercera edad, discapacidad y rehabilitación, así como en las áreas de deportes de esquí y montaña y empresas de ecología y medio ambiente.

Pero todo esto no es ninguna novedad. De ello se ha hablado en diferentes foros empresariales y políticos desde hace décadas. La novedad está en que ahora tenemos que ser conscientes de que el cambio no sólo es necesario, sino que es perentorio e imprescindible.

Un cambio no supone dejar atrás lo que tenemos ni lo que hemos aprendido. Un cambio significa adaptarnos, y el ser humano es la especie que más rápidamente, gracias al aprendizaje, consigue adaptarse. La formación (estudio, enseñanza, capacitación) y el desarrollo nos garantizará ese cambio.

Desarrollemos una comarca atractiva a los ojos de profesionales y empresas que actualmente buscan “deslocalizarse” desde las grandes ciudades, confinadas y atrapadas por la pandemia, y que han descubierto la importancia de la actividad al aire libre y del trabajo en entornos sostenibles como la mejor manera de crecer profesional y humanamente.

Este territorio lo reúne todo, sus gentes, sus tradiciones, sus paisajes, su modo de vivir, sus recursos. El cambio de mentalidad para desarrollarse, innovar y crecer sería el objetivo a alcanzar. Una vez convencidos de que el cambio es posible, busquemos los medios para llevarlo a efecto.

Otras regiones de montaña en Europa han conseguido aglutinar turismo, comunicaciones, desarrollo empresarial y tecnología, sin renunciar a la protección de su entorno natural y sus costumbres.

Sigamos viendo el Pirineo como un puente hacia Europa. El túnel internacional y el ferrocarril de Canfranc nos lo recuerdan todos los días. Hemos conquistado cumbres bien altas, lo llevamos impreso en nuestro ADN de montañeses. La montaña nos ha curtido y nos ha enseñado que juntos salimos hacia delante. El que resiste, gana. Vamos pues.

Firmado: INÉS PONCE GIMÉNEZ
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