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SOS Pirineos insistió en Villanúa en pedir un plan urgente de ayudas directas. Lambán ha señalado en Zaragoza que están en “conversaciones” con las diputaciones provinciales y la FAMCP para conseguir ese objetivo

Una de las pancartas mostradas en la concentración de Villanúa EL PIRINEO ARAGONÉS

Los empresarios y trabajadores vinculados al sector de la nieve en el Pirineo aragonés siguen perseverando en su empeño de reclamar ayudas directas urgentes que puedan paliar, en parte, la situación económica en la que se encuentran muchas familias por el cierre de las estaciones de esquí, a excepción de Astún, y las restricciones de movilidad que han impedido la llegada de clientes de fuera de la provincia de Huesca durante todo el invierno. “Ya son muchas noches sin dormir pensando en nuestros negocios, en nuestros trabajadores y en nuestras familias. Nos estamos ahogando, nos están ahogando”, recordaba ayer Anchel Terrén, en la lectura del manifiesto en la nueva movilización convocada por el movimiento SOS Pirineos, en este caso en Villanúa.

Las concentraciones y caceroladas siguen sucediéndose semana tras semana en las cuatro comarcas pirenaicas. Después de la celebrada en Sallent de Gállego, hace siete días, ayer hubo otras dos, la de Villanúa y la organizada en Castejón de Sos, en la Ribagorza. Para este sábado, se ha programado otra en Panticosa.

El mensaje es el mismo en todas ellas: “un plan de ayudas directas”, una reivindicación que sigue sin llegar. Los empresarios y autónomos se mueven entre la esperanza y el escepticismo, apelando a su fuerza moral. “No vamos a dejar de salir a la calle, nos tienen que oír, no vamos a parar hasta que nos den alguna solución, porque hay gente que lo está pasando muy mal”, respondía uno de los manifestantes a la pregunta de si merece la pena seguir con las concentraciones.

Luis Terrén, alcalde de Villanúa, destacaba el esfuerzo que se está “intentando hacer” desde los ayuntamientos del valle del Aragón, pero es consciente de que los municipios “poco pueden hacer” en una situación de crisis como la actual.

“Falta un empujón que creo que va a llegar tanto de la Diputación Provincial de Huesca como del Gobierno de Aragón”, explicaba a preguntas de los periodistas.

La respuesta suena esperanzadora, más al escuchar esta mañana al presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, diciendo que están “en conversaciones” con las diputaciones provinciales y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP) “para ofrecer a estos sectores ayudas directas para su recuperación”. Son palabras pronunciadas en la reunión del Comité Regional Ordinario del PSOE, celebrado en Zaragoza. Lambán, en su calidad de secretario general de esta formación política en Aragón, ha solicitado al Gobierno de España que se implique en mayor medida, porque son necesarias ayudas directas y estímulos fiscales, aunque ha dejado muy claro que “nosotros no vamos a escurrir el bulto, siempre hemos asumido nuestra responsabilidad”. Tras citar al Plan Remonta, al que ha definido como un plan de empleo pionero y singular en España, ha reconocido que “hay que tomar más medidas, ser más ambiciosos para que nadie se pueda quedar fuera”.

Fran Ponce tocando canciones montañesas junto al monumento a las güixas de Villanúa. EL PIRINEO ARAGONÉS

“Entre estas montañas tenemos nuestras vidas, nuestros puestos de trabajo”

La concentración de Villanúa reunió a poco más de 150 personas, en su mayoría vecinos de la localidad, pero también de las poblaciones del valle. Asistieron los alcaldes, entre ellos los de Jaca, Canfranc y Castiello de Jaca, además del municipio anfitrión, y hubo representación de las asociaciones empresariales y turísticas, en todos los casos a título personal.

La marcha comenzó ante el monumento a las güixas, que homenajea y recupera la memoria de las 15 mujeres de la localidad que fueron juzgadas y acusadas de brujería, durante los siglos XV y XVI. Del árbol de piedra que recuerda aquellas persecuciones pendían dos carteles con sendos mensajes: “Nos estáis dejando morir” y “Dejarnos vivir y trabajar”, mientras Fran Ponce animaba la espera interpretando con la gaita canciones de la montaña.

La marcha discurrió entre el Centro de Interpretación Subterránea y la plaza de la Fuente, donde se leyó el manifiesto. Tras la pancarta “Jacetania, en el Pirineo queremos vivir”, hubo ruido de cacerolas y esquilas y muestras de ingenio por parte de los asistentes, como una pareja que portaba un cartel de cartón con el mensaje: “Estamos arruinados. No tenemos ni para comprar una pancarta. Ya ayudas. Ya directas”.

“Entre estas montañas tenemos nuestras vidas, nuestros puestos de trabajo, y no siempre es fácil vivir aquí”, recordó Anchel Terrén, panadero de Villanúa al principio de la lectura del manifiesto. “Nuestra economía se basa en el turismo de temporada. Dependemos de los turistas, de la climatología, del sol y de la nieve, y es aquí donde somos felices, luchando, trabajando y, en definitiva, viviendo”, señaló.

Tras recordar el esfuerzo que se está haciendo para “adaptarse a las normas” y las “medidas impuestas” como consecuencia de la pandemia, puso en duda algunas de las decisiones adoptadas por las autoridades políticas y sanitarias. “Nos han impuesto algunas normas absurdas, pero que también hemos cumplido, normas pensadas desde una gran ciudad para una gran ciudad. No han tenido en cuenta que aquí vivimos en pequeños pueblos y ciudades. No es lo mismo Jaca, Borau, Villanúa, Sallent o Candanchú que Zaragoza. No es lo mismo”, subrayó.

“Por todos los lados se oye que lo mejor para luchar contra este virus –siguió diciendo– es el distanciamiento social. Pues bien, señores, aquí tenemos una gran ventaja que ustedes no tienen: mucho espacio libre, mucho espacio para ese distanciamiento social”.

En esta línea, apuntó que “entre estas montañas, en plena naturaleza, vamos a estar mucho más seguros que apelotonados en los centros comerciales”, y puso como ejemplo el de la estación de esquí de Astún, el único centro invernal del Pirineo aragonés que ha abierto sus instalaciones esta temporada. “En Astún se esquía de una manera segura y, además, resulta muy fácil seguir las normas de seguridad ante el covid, porque estamos en mitad del monte y hay muchísimo espacio”, reiteró.

Anchel Terrén durante la lectura del manifiesto. EL PIRINEO ARAGONÉS

“Las estaciones de esquí son los motores de estos valles”

Respecto a la decisión del grupo Aramón de mantener el cierre de sus estaciones durante toda la temporada porque ya no les resulta rentable, recordó que el holding de la nieve aragonesa está sustentado, en parte, por capital público, razón por la que “deberían pensar en sus trabajadores, en la gente del valle, en las empresas familiares del valle, y no solo en su propio beneficio”.

“Las estaciones de esquí –aseguró– son los motores de estos valles y si ellas no abren, esto no funciona”.

“Siento que este año nos han robado el invierno, siento que lo podrían haber hecho muchísimo mejor, mirando de vez en cuando hacia arriba, mirándonos a nosotros, al Pirineo”, se sinceró Terrén, que finalizó su alocución diciendo que “ya son muchas noches sin dormir, pensando en nuestros negocios, en nuestros trabajadores y en nuestras familias. Nos estamos ahogando, nos están ahogando. Queremos trabajar, porque necesitamos trabajar”.

Las últimas palabras, antes de que irrumpiera de nuevo el sonido de las esquilas, fueron para solicitar al Gobierno de Aragón “un plan de ayudas directas. Exigimos, de nuevo, ayudas directas y urgentes para poder seguir con nuestra actividad económica”, concluyó.

La concentración se cerró interpretando Aquellas montañas, una canción bearnesa que se ha convertido el himno del Pirineo y de los montañeses que habitan en ambas vertientes de la cordillera.

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