La decisión del consejo de administración del grupo Aramón de mantener cerradas sus estaciones en lo que queda de temporada invernal ha acabado con las pocas esperanzas que aún tenían los empresarios y trabajadores de los valles de Tena y Benasque de reanudar parte de su actividad, aunque fuera con limitaciones de movilidad y horarios.
El holding de la nieve aragonesa, en un comunicado emitido este martes, señalaba que el “avanzado estado de la temporada de esquí y las restricciones de movilidad todavía vigentes [el confinamiento perimetral de las provincias aragonesas y de la comunidad autónoma] hacen que la apertura no sea económicamente viable”.
“Dicha apertura tan tardía no sería factible operativamente, agravaría el fuerte impacto económico que la pandemia ya ha causado en el grupo porque los inciertos y posibles ingresos que podrían generarse no llegarían a cubrir siquiera los costes derivados de dicha apertura”, indica en su escrito.
Con la decisión de Aramón, y a la espera de lo que finalmente haga Candanchú, Astún es el único centro invernal aragonés que ha optado por abrir esta temporada, a pesar de las limitaciones provocadas por la movilidad. Se trata de una iniciativa que está siendo valorada y reconocida por los empresarios del valle del Aragón, que creen que deberían articularse ayudas para que la empresa pueda hacer frente a las posibles pérdidas que esté teniendo por la decisión de poner en marcha sus instalaciones en las actuales condiciones.