Los efectos de la borrasca Filomena, que ha colapsado el centro de la Península Ibérica durante el fin de semana, se dejaron sentir con menor virulencia en las comarcas pirenaicas. Aun con todo, se registraron precipitaciones de nieve que, como en el caso de Jaca y Sabiñánigo, estuvieron en torno a los 20 cm, tras 19 horas seguidas de precipitaciones desde la noche del viernes hasta el sábado. Las copiosas nevadas registradas en zonas menos acostumbradas a aparecer la nieve, como la Hoya de Huesca, los Monegros y las comarcas orientales de Alto Aragón, así como la provincia de Zaragoza –la capital incluida–, obligó a las administraciones a diseñar un operativo de emergencia para limpiar las principales vías de acceso y restablecer los servicios públicos en el menor tiempo posible. En diferentes puntos de la comunidad, como la provincia de Zaragoza y el Bajo Aragón tuvo que intervenir la Unidad Militar de Emergencia (UME), que finalizó su labor el martes por la tarde.
La borrasca Filomena dejó una capa de hasta 20 cm de nieve en localidades como Jaca y Sabiñánigo, donde el lunes y martes se registraron temperaturas mínimas de -12°, según datos del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).