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Este capitel ayuda a conocer la estructura del antiguo claustro de la Catedral de Jaca”

Juan Antonio Olañeta (Zaragoza, 1965), profesor asociado de Historia del Arte de las universidades de Barcelona y Lérida, descubrió recientemente un capitel del antiguo claustro de la Catedral de Jaca en el Art Institute de Chicago. Su trabajo forma parte del libro Pirineo románico, espacio de confluencias artísticas, editado por el campus de la ciudad condal, y permite arrojar luz sobre el paradero de esta pieza, que representa la Adoración a los Reyes Mayos y hasta ahora se ubicaba de forma imprecisa entre el sur de Francia y el norte de España. El proceso de investigación –detallado en la edición de la semana pasada– contó con la colaboración del Museo Diocesano de Jaca.

Sostener que el capitel de origen jaqués que se acaba de descubrir en Chicago es una pieza única en el mundo “sería una afirmación muy exagerada y que no se ajusta a la realidad”, según Juan Antonio Olañeta, que apostilla que “hay muchos capiteles románicos en los que se representa la Adoración de los Magos”.

“Lo que sí se puede afirmar es que es una obra de gran interés, porque nos permite saber que algunas piezas del claustro de la Catedral de Jaca terminaron en Estados Unidos y nos ayuda a conocer mejor esta estructura claustral desaparecida, que no es poco”, continuó el investigador, que tuvo la ocasión de analizar la obra de forma meticulosa.

“Dada su estrecha relación con un capitel con escenas de la infancia de Cristo que se conserva en una colección de Jaca, podemos confirmar que el claustro de Jaca estaba formado tanto por cestas dobles (las adosadas a los pilares angulares), como simples (los situados en las columnas exentas de las bandas)”, explicó.

Actualmente, el capitel dedicado a la Adoración a los Reyes Magos tiene “un estado de conservación razonablemente aceptable”, según Juan Antonio Olañeta, “si bien le faltan algunos detalles, como varios rostros: el del Niño, el de uno de los Magos y el de San José”.

El historiador del arte se muestra satisfecho con el grado de colaboración que prestó la institución de Chicago en el proceso de identificación del capitel. “Martha Wolff, la conservadora del Art Institute, me dio todo tipo de facilidades para estudiar en directo la pieza y para extraer de ella una muestra al objeto de analizarla”, apuntó.

“También, me ayudaron mucho Charles Little, conservador de medieval del Metropolitan Museum de Nueva York; el profesor David Simon y, aquí en Aragón, Belén Luque, directora del Museo Diocesano de Jaca, y Elena Aguado, profesora de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón”.

La obra fue adquirida por el Art Institute de Chicago en 1944, abonando la cantidad de 4.000 dólares. Para Juan Antonio Olañeta, “sería difícil precisar qué precio tendría hoy en día esta pieza, sobre todo si se vendiera mediante una subasta”. “No me atrevería a tasarlo. Sin embargo, creo que, si se realizara la comparación en dólares constantes, la cifra que hipotéticamente se obtendría sería muy inferior a la que alcanzó en su día”, aclaró.

En este momento, las posibilidades de que el capitel vuelva a Jaca son remotas. Por un lado, no existen recovecos legales para reclamar la devolución a España, “al ser una pieza que fue vendida legalmente”, como dijo el historiador del arte. Y, por otro lado, aunque el Estado o el Gobierno de Aragón decidieran comprar la pieza, “el Art Institute no quiere deshacerse de esta obra”.

No obstante, este tipo de descubrimientos permiten arrojar luz sobre la estructura del antiguo claustro de la Catedral de Jaca. “Gracias a testimonios documentales del siglo XVI, sabemos que el claustro contaba con unos 60 capiteles, de los cuales se han conservado aproximadamente una tercera parte”, detalló el especialista, agregando que “un problema con el que nos enfrentamos es que algunas de las piezas que han llegado a nuestros días pueden proceder de otros espacios de la Catedral”.

Para Juan Antonio Olañeta, “es totalmente necesario” acometer un estudio serio y en profundidad del antiguo claustro de la Catedral de Jaca. “Hay material suficiente para abordarlo y a buen seguro que se desvelarían bastantes incógnitas. Se trata de una obra de primera magnitud, que sin duda tuvo gran influencia en la escultura aragonesa de las primeras décadas del siglo XII”.

Con respecto a la pieza recientemente descubierta, cabe la posibilidad de hacer una réplica y exponerla en el museo de Jaca. “Sería una buena alternativa intentar llegar a un acuerdo con el Art Institute para escanear el capitel y realizar una copia exacta que pueda exponerse junto a los otros capitales que se conservan del claustro en el Museo Diocesano de Jaca. Nos ayudaría, tanto a especialistas como a aficionados, a entender mejor cómo era el claustro de la seo jacetana, el cual lamentablemente desapareció en el siglo XVII”.

Juan Antonio Olañeta asegura “haber dado con este capitel por casualidad, ya que lo que buscaba eran representaciones de Daniel en el foso de los leones en los museos americanos, en el marco de la elaboración de mi tesis doctoral”. Pese a todo, fue una satisfacción. “Disfruté y aprendí mucho estudiando el capitel”, añadió.

“El proceso de ir encontrando de forma paulatina similitudes estilísticas e iconográficas con otras obras aragonesas y en especial con las del claustro fue muy motivador”, continuó el historiador del arte, recordando “la gran alegría que me dio leer las conclusiones de los análisis de activación neutrónica realizados en el marco del Limestone Sculpture Provenance Project y comprobar que confirmaban las conclusiones obtenidas en el estudio iconográfico y estilístico”.

La trayectoria de Juan Antonio Olañeta es muy singular, porque tras 20 años trabajando en empresas de consultoría y como director financiero, decidió dedicarse por completo a la Historia del Arte. “No he hecho grandes descubrimientos, ni lo pretendo. Mi objetivo no es otro que estudiar el arte medieval, enseñar a mis alumnos lo mejor que sé y de vez en cuando, ver que los esfuerzos de la investigación dan sus frutos. En definitiva, solo intento hacer lo que me gusta; por eso, cambié de vida con edad avanzada, dejé la economía y me dediqué al arte”, concluyó.
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