El belén se ha adaptado este año al salón panadería. RICARDO GRASA
Tras permanecer un mes cerrada al público por el repunte del COVID-19, la Ciudadela reabrió sus puertas el pasado viernes, coincidiendo con la presentación de la exposición Juguetes de antaño, otra forma de jugar, compuesta en su mayoría por juguetes tradicionales de la Jacetania que pertenecen a la colección de Pedro Juanín y se pueden ver hasta el 10 de enero en el Salón Panadería.
La misma sala acoge otra exposición de belenes de distintos países que montó el oscense Carlos Mored y que “acompaña al belén monumental de la Ciudadela, que este año se presenta en un formato reducido”, como explicó el director de la fortaleza, el coronel Francisco Rubio, que anima al público a conocer ambas colecciones y la ambientación navideña instalada, con el aliciente de que “hay tarifa reducida y todo se incluye con la entrada general mientras solo pueda acudir gente de la provincia”.
Además, los visitantes podrán disfrutar de Pequevisitas y la exposición fotográfica Cuando la ayuda viene del cielo, que muestra el trabajo de la Guardia Civil de Montaña en la Sala Burnao. El resto de actividades se retoman de forma parcial, estando Ecociudadela disponible con aforo reducido y dos sesiones matutinas, mientras que las visitas teatralizadas La Memoria de la Piedra y Animalandia no están disponibles por el momento.
Sobre la exposición de juguetes, que ya se pudo ver en Sigüés, Pedro Juanín señaló que “es un reflejo de los que fabricaban a mano herreros, carpinteros o alfareros para sus hijos”. “Aquello se expandió y otras personas empezaron a encargar juguetes para sus hijos”, continuó el responsable de la exposición, agregando que “hace 100 años, no existía el juguete en serie como lo conocemos ahora”.
Del contenido de la muestra detallado en la edición anterior, “las piezas más destacadas son la muñeca de una monja benedictina que lleva un traje de 1810, en la época de la Guerra de la Independencia; y una cocinita hecha a mano en los años 20”. También llaman la atención unos pupitres que evocan la educación en los años 40 y 50.
Pedro Juanín explica al alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, el contenido de la exposicion. | RICARDO GRASA
El alcalde, Juan Manuel Ramón, dijo que “son los antiguos pupitres de las escuelas de Badaguás” y agradeció su cesión a los vecinos. El Ayuntamiento aporta los dos gigantes y el cabezudo del payaso Marcelino que confeccionó Pedro Larraz y que se suma al de Groucho Marx aportado por Pedro Juanín. Con todo ello, “ha quedado una propuesta muy interesante”, según el primer edil, que quiso agradecer el esfuerzo de la Ciudadela “en un año tan raro”.
Por otro lado, Carlos Mored, vicepresidente de la Asociación Belenista Oscense, se mostró sorprendido “con el rico patrimonio de la Ciudadela”, cuyo belén monumental es obra de José Luis Mayo, “uno de los figurinistas más reconocidos a nivel mundial”. “Las figuras del belén son magníficas y tener estas piezas en las manos ha sido muy gratificante”, declaró el oscense, que aprovechó parte de la estructura de José Luis Mayo y realizó “una composición sencilla, pero muy digna y que puede gustar a los jacetanos”.
Carlos Mored aporta belenes de países como Alemania, Italia, China, Rusia o México que pertenecen a su colección particular. Los visitantes “pueden ver belenes exóticos y figuras irrepetibles, casi únicas, porque están hechas por artesanos que ya cerraron sus negocios”. El oscense comenzó esta afición hace 40 años y aseguró que “este patrimonio es muy valioso” y se revaloriza con el tiempo, sabiendo que en belenes de lujo “las piezas más baratas rondan los 200 o 300 euros”.
La exposición incluye un diorama de la Adoración a los Reyes elaborado por Carlos Mored, además del cuadro que hizo una compañera de la Asociación Belenista Oscense, Conchita Estaún Díaz de Villegas, que representó la fachada de la Catedral de Jaca en perspectiva y con técnica belenista.