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IVÁN SERAL

Componentes del grupo de teatro

“Queremos visibilizar a la población joven, que no solo hace botellones, también arte”

Este viernes a las 20:00 horas y con las entradas agotadas, el Palacio de Congresos pondrá en escenaEspejos rotos, una tragicomedia escrita y dirigida por Iván Seral, un jaqués de 18 años. Otros once jóvenes (Jorge Abril, Marina Arbués, Andrea Calderón, Damineh Cisneros, Federico Galván, Juan Garcés, Clarisa Giménez, Daniel Jiménez, Cristina Lorente, Irene Marco y Erika Vivas) componen, junto al autor, el reparto de un proyecto respaldado por la Amypa Arriel y la Comarca de la Jacetania. La obra narra cómo una familia afronta el alzheimer del abuelo de una forma muy peculiar, dándole la posibilidad de contar siempre la misma historia y manteniéndolo en una cíclica rutina irreal que le permite ser feliz. Sin embargo, no todo es como parece y el abuelo esconde trágicas verdades que nadie esperaría más allá de sus historias. La función es “un homenaje a los que más están sufriendo esta situación, los miembros de la tercera edad”, y se realiza en honor a los participantes deHuérfanos, que fue la primera obra del autor y no se llegó a representar en abril debido a la pandemia.

El origen de Espejos rotos “es bastante curioso”, como reconoce Iván Seral. “Estaba en mitad de la cuarentena y llevaba bastante tiempo sin salir de casa, ni siquiera para tirar la basura. Mi madre me dijo ‘aunque sea, sal a la terraza’, eran las diez de la noche y de repente apareció el instinto de escribir. Me salió el resumen de la obra y a partir de ello, fui haciendo los diálogos”.

La obra teatral “es como un apoyo implícito a la verdad y a la realidad de las personas mayores”, según el joven. “Aunque a veces estén enfermas o más débiles y pienses ‘no se lo digo porque a lo mejor le sienta mal’, opino y pretendo transmitir que hay que decírselo y las razones están en la obra”.

“El alzheimer está al servicio de la trama, que en sí sería un conflicto sobre la verdad y la realidad”, continúa el autor, que aborda la enfermedad “de una forma superficial, quitándole importancia a través de la comedia”. La elección de este mal responde al hecho de “dar mucho valor a la razón, al pensar”. “Olvidar es un temor bastante grande, es como mi mayor miedo”, afirma.

Iván Seralconfiere un gran valor al reparto y apunta que “nada se puede hacer sin tener la suficiente suerte de contar con gente que se compromete, con una gran voluntad y por supuesto, calidad”. “El grupo son mis compañeros de clase, de Jaca, de un año más o menos. Lo que nos une es el hecho de hacer teatro”, señala el joven, para el que “fue bastante fácil” asignar cada personaje en función de las habilidades de sus amigos.

Todos los actores llegarona un centro que “llevaba 20 años haciendo teatro y era una plena referencia”, como recordó el jaqués, para el que “era ver el paraíso cuando contemplabas las obras, porque sabías que ibas a llegar al cabo de unos años”. Lapérdidade Pirineos Teatro “fue una especie de frustración que liberamos con estas dos obras”.Espejos rotos“serealizaen honor de los que no pudieron hacerHuérfanos”por la pandemia y para el autor “es muy valioso que como grupo se haga un verano y en estas condiciones”.

La obra se compone de 18 escenas. “Ensayamos las 7 u 8 primeras en el Rompeolas, porque no teníamos dónde hacer nada. Luego, la Comarca nos cedió el salón de actos y eso fue una maravilla”, apuntó Iván Seral, agradecido con el hecho de que esta obra teatral “refleja el altruismo del entorno”, al conseguir el apoyo de diversos colectivos. La representación de esta tarde será el punto culmen para el grupo y compensará “el hundimiento moral” que supuso cancelar la obra anterior, que “requirió muchísimo esfuerzo” por parte de unos 25 actores.

Espejos rotos“es bastante más comedia que tragedia”, según Iván Seral. “El público va a agradecer la comedia, pero la tragedia, aunque sea implícita, les va a ayudar a comprender la obra”, afirmó el joven, cuyo “pleno protagonista” no es otro que el abuelo con alzheimer, al que da vida Daniel Jiménez, que representa “la base memorística, porque se ha tenido que aprender media obra”. Su nieta, interpretada por Erika Vivas, es otro de los personajes claves, aunque “todo el mundo tiene sus escenas y sus momentos”.Irene Marco y la propia Erika realizaron el cartel de la obra.

La idea de Iván Seral fue “dar una perspectiva de futuro a la obra para que el espectador no se lo tome como algo de su tiempo, que solo sea suyo, sino que lo vea como algo más universal”. En lo relativo a la escenografía, los jóvenes contaron con la ayuda de Oroel Teatro, otro de los colectivos que “han brindado su apoyo a cambio de nada”.

ConEspejos rotos, el jaqués se propone “remover la conciencia y la visión de las personas mayores”. “Por un lado, quiero visibilizar a la población joven, que no solo hace botellones, sino que también hace arte. Y por otro lado, dar visibilidad a la tercera edad, porque esta situación les está tocando mucho y es una forma de darles apoyo por parte de todos”.

Las entradas de la obra “se agotaron en 10 minutos, porque la gente estaba muy pendiente”. Además de vecinos de Jaca, “va a ir gente de Huesca y Sabiñánigo” a la puesta en escena, que se llevará a cabo en el Palacio de Congresos, “con un aforo bastante limitado”. Entre la platea y el palco, solo puede haber de 125 a 130 personas, por lo que “se ha quedado mucha gente fuera”.

Repetir la obra sería “bastante complicado”, según Iván Seral. “El problema es que tenemos 18 años y nos vamos a la universidad. Lo hemos ajustado todo y hay gente que ha retrasado sus vacaciones para hacer la obra. En un futuro, está claro que todos guardaremos un poquito de teatro”, asegura el joven, que va a estudiar Filosofía en Salamanca y en el futuro se ve “en el mundo de la escritura, del teatro, del arte, del pensar…”. De hecho, está escribiendo una novela y otra obra de teatro.

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